Fernglas EL 8,5x42 Swarovision

La primera cifra que aparece en la designación de todos los binoculares es siempre su factor de aumento. Indica cuánto más grande se ve un objeto a través de los binoculares que cuando lo miramos a plena vista.

Es el haz de luz que sale a través del ocular. La pupila de salida está estrechamente relacionada con la potencia lumínica de los binoculares.

Las anteojeras van colocadas en los oculares y protegen los ojos frente a la luz dispersa.

La distancia entre pupilas indica la distancia a la que se pueden juntar o separar los oculares o los tubos. Es un dato importante, porque cada persona tiene las pupilas a una distancia diferente.

Los recubrimientos de las superficies ópticas sirven para reducir al mínimo los reflejos no deseados y, con ello, aumentar la transmitancia y el contraste.

Compensa el temblor natural de las manos. La imagen queda tan quieta como si observásemos desde un trípode.

Es un dispositivo automático o manual que sirve para medir distancias.

Estos binoculares pueden exponerse a humedad o a un goteo ligero, pero con mesura.

Estos oculares tienen un relieve ocular relativamente grande. Permiten observar con las gafas puestas y, pese a ello, ofrecen una buena visión.

Es la distancia más corta a la que todavía podemos ver una imagen nítida con los binoculares.

Sirve para comparar la capacidad de rendimiento de los binoculares en condiciones de mala iluminación. Cuanto más alto sea el factor, más adecuados serán para la observación crepuscular. Sin embargo, este indicador siempre debe valorarse en combinación con la pupila de salida.

Si lo suyo es disfrutar de una buena sesión de observación con los últimos rayos de luz o en plena naturaleza, ¡tenemos los binoculares perfectos para usted!

Con unos prismáticos de pequeño formato se sentirá parte del elenco en óperas, operetas románticas, obras de teatro o musicales.