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La magnificación

Suele ser un factor muy importante para los astrónomos principiantes. Sin embargo, no debería ser decisivo a la hora de escoger telescopio, pues mayor importancia debería tener la capacidad de absorción de luz y la estabilidad de la óptica.

El telescopio crea un foco según la curvatura de sus espejos o lentes. Solo con la distancia focal ya se produce un factor de ampliación determinado pero, para poder observar una imagen se necesita un ocular. Este funciona básicamente como una lupa, agrandando la imagen.

La ampliación obtenida depende de la relación entre la distancia focal del objetivo y la del ocular. Para calcular el factor de ampliación proporcionado por un telescopio, es necesario dividir su distancia focal entre la del ocular.



                     Ampliación = dist. Focal objetivo / dist. Focal ocular

 

Si tenemos un telescopio de 1000 mm de distancia focal y una distancia focal de ocular de 5 mm, podemos disfrutar de un factor de ampliación 200. En teoría, podemos ampliar la imagen hasta valores infinitos pero, como la ampliación depende de la apertura del objetivo, es recomendable limitar su valor. En esto es determinante la pupila de salida, el haz de luz que sale del ocular y es percibido por el ojo. Más adelante profundizaremos en este tema.

Aparte del factor máximo de ampliación, también se limita el valor mínimo según la apertura del telescopio. Por ello, el tamaño de la pupila de salida no debe superar los 7 milímetros. Este valor coincide con la apertura máxima normal de la pupila del ojo humano. Tal apertura solo se alcanza en las noches de oscuridad absoluta. Si dividimos el tamaño de apertura del objetivo entre la apertura máxima de la pupila, obtenemos el valor mínimo de ampliación recomendado.

Es precisamente la ampliación mínima recomendada porque con un factor de ampliación menor, el diámetro del haz de luz saliente del ocular sería menor que el diámetro de la pupila del ojo y se perdería información por el camino.

 

                        Ampliación min = Apertura (mm) / 7 (mm)

En el caso de un telescopio de 200 mm de apertura, el factor de ampliación mínimo recomendado sería 28. Si la apertura del telescopio fuera mayor, el factor de ampliación mínimo debería aumentar, al igual que en el caso de modelos de aperturas menores debería, como es lógico, disminuir.

El factor de ampliación normal de un telescopio suele corresponder a la apertura de su objetivo. Con la ampliación normal, el tamaño de la pupila de salida del que se beneficia el observador es de aproximadamente 1 mm. Al utilizar un factor de ampliación mayor, entra en juego el poder resolutivo del equipo, que se traduce en más detalles en las imágenes.

Un telescopio con una apertura de 100 mm tendría un factor de ampliación 100 como valor estándar, mientras que un telescopio de 200 mm tendría una ampliación normal de 200x. El factor de ampliación máximo recomendado se puede calcular con la siguiente fórmula empírica:


                         Ampliación máx = Apertura del objetivo x 2

 

En este caso, la pupila de salida se ha reducido a 0,5 mm:

Apertura del objetivo / Ampliación máx. = 0,5. Cuando se utiliza un factor de ampliación superior al valor recomendado, la calidad de imagen se ve afectada tal que esta pierde color y nitidez.

Si bien el factor de ampliación normal se puede utilizar siempre, al observar utilizando el factor de ampliación máximo recomendado pueden surgir problemas o inconvenientes, ya que por culpa de la atmósfera terrestre no es siempre posible llevar la ampliación al límite. Los inconvenientes surgen a raíz de las diferentes capas de aire frío y caliente que se sitúan una encima de la otra en la atmósfera. Este fenómeno natural recibe el nombre de seeing o visibilidad astronómica y depende totalmente de las condiciones meteorológicas. En los telescopios se manifiesta como un centelleo. Al aumentar la ampliación es más perceptible. Al observar Júpiter a su salida en el Este, podemos observar el centelleo. Si lo volvemos a observar pasadas un par de horas, cuando se encuentra en un punto más alto en el cielo, podemos darnos cuenta de que titila menos que antes. El seeing siempre es más notable en el horizonte, por eso es recomendable, entre otras cosas, utilizar menores ampliaciones.

Hay situaciones en las que es mejor mantener el factor de ampliación a niveles reducidos (hasta 100x), como por ejemplo al observar nebulosas u objetos de grandes superficies. En cambio es recomendable usar grandes factores de ampliación para observar planetas (a partir de 150x).

 

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